Poesias






Manuel Alvarez Juarez (poeta)

Poesias

  


Poesias


Recuerdos (escrita en Cacabelos en 1912)

 ¡Catorce años tenia! E ra una niña

cuando la conocí por vez primera;

temprana flor nacida en la campiña

berciana, en un albúr de primavera.

 Era tan bella cual humanos ojos

contemplaron jamás tanta hermosura,

que no pudo el cincel de la escultura

copiar sus líneas ni sus labios rojos.

 Ni modelaron nunca los cinceles

formas de mujer real o imaginaria,

ni Vinci, ni Polignoto, ni Apeles,

vieron en su gigante fantasía

la imagen celestial sublime bella...

que el Sabio y Providente labró en ella

ufano como cuando creó el día.

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 Yo también era un niño, pues contaba

quizá menos edad. Turbado y ciego

la hermosa me dejó, más sentí luego

que un imán misterioso aprisionaba

mi alma en redes de amorosa trama,

y que un volcán de súbitas pasiones,

de delirios de anhelos, de ilusiones....

envolvía mi ser en voraz llama.

 Niño herido de amor....de amor sincero

le hablé de amores cuando la hube sola.

Sus labios temblorosos de amapola,

dijeron dulcemente: ¡Sí, te quiero!

Mudos testigos fueron las estrellas

de un contrato de amor; promesa justa

hecha en el seno de una noche augusta

al sentido decir de mis querellas.

 Creció la impúber siempre enamorada

siempre inocente, sí, de amores ciega

como crecen los lirios en la vega;

gentil, exhuberante, inmaculada.

 Siempre la quise de su amor avaro

y mis años la dí, día tras día

entregado a la dulce idolatría

de aquel tesoro tan valioso y caro.

 Dios bendijo también nuestros amores

y así pasamos venturosos días,

mirando en las risueñas lejanías

dias de un porvenir lleno de flores.

 Pronto fue mi adorable compañera

y al rodar de periodos no prolijos

fué madre cariñosa de mis hijos;

esposa y dueña de mi vida entera.

 Cada vez más prendido en sus encantos

crucé por los senderos de la vida

cual chicuelo que juega en la avenida

de un jardín sin pesares ni quebrantos.

 ¡Poco bueno es durable! Cuando acaso

en adorarla más creció mi empeño

la muerte apareció con duro ceño

y de su vida en flor asaltó el paso

fatídica, implacable, justiciera

cual segador que, cuando corta el heno,

ve las flores caer, rudo y sereno

que de gala vistieran la pradera.

 Su muerte hizo saltar mi alma en pedazos

como vidrio arrojado al suelo.

nadie sufrió tan cruel duelo

como yo, que teniédola en mis brazos

vi cerrarse sus párpados rendidos

cual en enero veis la mustia nieve

silenciosa caer; celaje leve,

de unos cielos por siempre oscurecidos.

¡Alegrías!...amor!...¡Pueril contento!

¡Felicidad efímera!  ¡Hojarasca

que vuela , y se dispersa en la borrasca

del infortunio, cuando sopla el viento!..

 De mi alma en el páramo desierto

ya no hay amor, ni ensueños, ni alegria;

solo suena la triste salmodia

del rito funeral, que canta a muerto.

 Y en mi cerebro, con dolor profundo

pesa la idea torturante, fija;

que un puñado de tierra es quien cobija

al ser que yo más quise en este mundo.

 ¡Adiós, mi bella y adorable esposa!

Si cielsos hay, en ellos pienso verte

mas si solo hay materia..¡triste suerte!....

nos juntaremos en la misma fosa.    

         Manuel Alvarez Juarez

Cacabelos Noviembre 1912 



 

Versos a los Ancareses residentes en Cacabelos

Si quieres que te las cuente,

las de la tropa ancaresa

no seas tan impaciente

siéntate un poco a esta mesa.

Payón, Cortón y el Bolero,

que es un honrado usurero,

Santiago , el analfabeto,

Policarpo y Dos y Tres;

Rogelio que es un paleto

que camina a cuatro pies.

Esta canalla extranjera,

es gente de mal oficio,

los dirije un calavera

que teine perdido el juicio... 



Recuerdo de la Infancia (escrita a su madre)

Recuerdo madre mía

al través de esta vida truculenta

los fugaces momentos de la infancia,

las horas de la vida asáz risueña

inconsciente y felíz, que pasa el niño

al lado de una madre santa y buena

como tú, que al calor de tus caricias,

cua lcorderillo que retoza y juega

alegre por los prados

en torno a la oveja.

Yo también retocé junto a tus faldas,

porque prendido de ellas

mas cuidados y amor que tu me diste

no ha de lograr un hijo acá en la tierra.